Queridos lectores
De momento está terminantemente prohibido tomar el sol en esta hamaca , porque una lavandera blanca le ha dado estrictas instrucciones a sus tres hijos volatones ...
... de esperarla en la sombra de esta tumbona. Obedientes e impacientes los pequeños le hacen caso a su madre y reclaman comida todo el santo día:
Una y otra vez llega la madre con insectos ...
... para sus insaciables hijitos:
"Ahora es MI turno!" Parece que los dos se creen con la razón!
La madre reparte ...
... la suculenta comida ...
... entre sus dos menores:
Mientras que la madre sale inmediatamente en busca de más comida, dos de sus hijos descansan en la sombra de la tumbona:
De vez en cuando y con aire de importancia corren al lado de la piscina, miran cualquier insecto que vuela pero aún son incapaces de atrapar alguno por sus propios medios:
"Como está demorando nuestro mama para traernos más comida!"
Con cara de pocas ganas entrenan sus alas lo cual ...
... cansa muchísimo!
Por fin vuelve la madre!
"Pero que es esto?"
Indignados constatan los dos pequeños que mama guarda algún insecto para su hermana mayor. El colmo de los colmos!
Pero no valen ni los chillidos ni tampoco correr detrás de la madre! Esta busca a su hija mayor que la está esperando en algún arbol:
Incansablemente la madre ...
... trae más y más insectos...
... y los reparte ...
... a sus siempre hambrientos hijos:
Estas tiernas escenas las he podido observar y disfrutar durante los últimos tres días.
20 de Julio, 2011
Una semana después de haber visto por primera vez a la familia lavandera blanca, los tres jovenes aún se mantienen mucho al lado de la piscina:
Y de forma contundente le dan a atender a la madre - ella cada vez con aspecto más agotada - que ...
... quieren proteinas:
Por otro lado descubren mundo con gran curiosidad, pero ...
... optan por ignorar a la ranita :
Saludos cordiales
Birgit Kremer